Cuando el llamado telefónico se estructura como una parte de un tratamiento integral con objetivos claros y teniendo en cuenta los principios del aprendizaje, los resultados deseados se logran con mayor efectividad y eficacia.
La Terapia Dialéctico Comportamental (DBT) se basa en un modelo biosocial y enfatiza la imposibilidad o falta de habilidades que tienen algunos pacientes para modular efectivamente sus emociones. En DBT los contactos telefónicos son uno de los cuatro componentes del tratamiento. Su objetivo es favorecer el uso en su vida cotidiana de las habilidades que se están aprendiendo en la terapia.
El coaching telefónico persigue cuatro objetivos: primero provee al paciente la oportunidad de reducir las conductas suicidas, parasuicidas y desadaptativa que le sirven para regular su estado de ánimo. Enseñarle al paciente como pedir ayuda en forma más adaptativa, facilitar los procesos de generalización de las habilidades facilitando la utilización de las habilidades aprendidas en el contexto terapéutico hacia contextos cotidianos, y cuando sea necesario, proveer la oportunidad de reparar la relación terapéutica.
En ese sentido, es importante que se especifiquen con claridad cuál es el objetivo de las comunicaciones telefónicas, en qué circunstancias se pueden utilizar y los límites que cada terapeuta pondrá como pauta para su uso.
Marsha Linehan recomienda que el contacto telefónico sea: BREVE (no debe superar los 20 minutos), DIRECTIVO y ENFOCADO en el uso de las habilidades.
Tienes la oportunidad de conocer más acerca del coaching telefónico en nuestro Taller Pre Congreso “Coaching telefónico”, a cargo de Paolo Pérez Luna, que tendrá lugar el martes 27 de septiembre.